Impacto de la política monetaria del BCRA en inversores.  

Inversiones

Efecto licuación de AR$.

En el mes de diciembre de 2023 el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció un cambio significativo en su Política Monetaria (PM), emitiendo su Comunicado el día 18.12, en el cual estableció que su nueva tasa de interés de PM, a partir de ese momento, sería la correspondiente a los pases pasivos a 1 día de plazo. Dicho instrumento es utilizado para la absorción de los excedentes monetarios, dejando de lado otros, como las Letras de Liquidez (Leliqs), por lo que decidió discontinuar las licitaciones de estas últimas. El BCRA fijo la tasa pases pasivos a 1d en 100%, a la vez que bajo la tasa de interés mínima de plazos fijos a 110% nominal anual (TNA).

La tasa de PM indica la profundidad del sesgo que adopta la autoridad monetaria para alcanzar sus metas de inflación. Todo ello se da en un contexto de fuertes movimientos al alza de los precios y con gran cantidad de excedentes monetarios, por lo que se estima se coordinó con el Ministerio de Economía, otras acciones para contener este problema y reducir los pasivos remunerados de la hoja de balance del Banco Central. Entre ellas, se emitieron varias series de bonos que actualizan su capital por inflación (Bonos Cer, denominados Bonceres) a mayor plazo, pero emitidos ya no por el Banco Central, sino por el Tesoro. Asimismo la intención de reducir a cero el déficit fiscal, dando la señal al mercado de que se generó un “ancla fiscal”, eliminado la raíz del problema de la emisión monetaria para cubrir déficits permanentes.

Por su lado, el BCRA emitió el Bopreal (ver Alerta Importadores), bono si bien creado con otra finalidad, esto es para resolver el stock de deuda de los importadores con sus proveedores del exterior, sus condiciones de emisión colaboran en gran medida con en el objetivo mencionado en el párrafo anterior, dado que se suscribe en pesos, secando la plaza en más de ARS 1 billón, una vez colocadas las 3 series del mismo por un total máximo a colocar de USD 10 mil millones).

En definitiva, con un índice de inflación minorista acumulada (IPC) en el 2023 del 211.4%, se observa claramente como las medidas y acciones del Gobierno fueron generando un significativo impacto sobre los excedentes monetarios y sobre las tasas de interés en pesos, observando una importante reducción de las mismas en términos reales (dado que corren bien por debajo del índice del IPC actual). Esto provoca efectos importantes sobre los portafolios de los inversores que ven sus activos en pesos ”licuados” cada día. El riesgo de esta política es que se inicie un proceso de dolarización de carteras por parte de los inversores, produciendo un eventual desplazamiento del tipo de cambio, aunque aún contenido en parte por el cepo cambiario, y por otra parte, por el momento del año en que se tomaron estas medidas, donde estacionalmente entre diciembre y enero de cada año, existe una alta demanda de dinero por parte de los agentes económicos. La emisión del Bopreal también opera como dique de contención.

Por último con el tipo de cambio oficial corriendo al 2% mensual, bien por debajo de la inflación, y luego del salto devaluatorio desde ARS 366 a ARS 800 del 12 de diciembre pasado, los inversores ven la cada vez más cierta posibilidad de una aceleración de la devaluación administrada (crawling peg) por parte del Gobierno, intentando detectar el mejor momento (timing), ya sea para dolarizar carteras (aquellos que la normativa se lo permita), o bien suscribir instrumentos que ajusten por tipo de cambio oficial (Dollar Linked) a fin de generar su cobertura al eventual escenario macroeconómico descripto.

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